Confesión y Desfogue.
Me da muchísima cura, no se que pensar de la gente que pide un frappé de caramelo ( odio como suenan esas 3 palabras juntas) a las 7.30 am. No sé, no sé. No los tomo en serio y no se definir el porqué. Veo sencillez en alguien que toma un latte italiano, y decisión en alguien que toma un espresso americano, veo ganas de chiquearse en quien toma un cortado mexicano ( espresso cortado con chocolate mexicano) y hasta yo lo haría una de esas mañanas de frío llenas de neblina. Veo un ¨joie de vivre¨ en la muchacha que pide un cappuccino ¨para aquí¨(en porcelana)y se sienta a escribir en su agenda y se lleva un espresso americano cuando termina. Igual y tanto leer ese libro de Brillat-Savarin ¨La fisología del gusto¨ sobre como las decisiones PSICOLÓGICAS sobre lo que comemos y tomamos se reflejan a través de tu físico, ( o tu físico refleja tu psique) me lo hacen segunda naturaleza. Sabes que la señora gordita frappera es una caliente y que el que tarda una hora en tomarse hora su americano sabe disfrutar la vida.
Aparte, la neta no puedo evitar sentir un ligero shock cuando despues de estar distrubuyendo cuidadosamente con mis manos el perfumado café recién tostado y recién molido en un portafiltro, extrayendo el espresso rete-aromatico y mezclándolo con lechita que texturizo como seda para armar un lattesito, (pura cosa bonita y gratificante, eso de transformar cosas con tus manos) veo al fondo de la jarra de la licuadora el pegoste de las bases de frappe, con sus emulsionantes químicos, la leche que activa la goma guar y casi medio litro de hielos, ruge como motocicleta de sierra la licuadora rompiendo con su ruidajal el lazyness de la mañana, por poquito mas de medio minuto. Cae al vaso medio litro de nieve con unas gotas del pinche pegoste sobre mi mano, limpio rastro de hielo derretido sobre la mesa, limpio el acero inoxidable, limpio el puto vaso sudado de condensación, y le pongo una servilleta un popote y le cobro casi 50 pesos, y solo por eso no tengo pedos. Eso sí, el doble espresso le da bastante sabor, y de que es probablemente el frappé mas bueno de la ciudad también seguramente lo es porque creo que el único que sabe a café...y de todos modos me tomo la onzita que sobró.
Ni pedo, le gustan mucho a la gente, pero sí se siente absurdo hacerlo a las 7 am.
Me da muchísima cura, no se que pensar de la gente que pide un frappé de caramelo ( odio como suenan esas 3 palabras juntas) a las 7.30 am. No sé, no sé. No los tomo en serio y no se definir el porqué. Veo sencillez en alguien que toma un latte italiano, y decisión en alguien que toma un espresso americano, veo ganas de chiquearse en quien toma un cortado mexicano ( espresso cortado con chocolate mexicano) y hasta yo lo haría una de esas mañanas de frío llenas de neblina. Veo un ¨joie de vivre¨ en la muchacha que pide un cappuccino ¨para aquí¨(en porcelana)y se sienta a escribir en su agenda y se lleva un espresso americano cuando termina. Igual y tanto leer ese libro de Brillat-Savarin ¨La fisología del gusto¨ sobre como las decisiones PSICOLÓGICAS sobre lo que comemos y tomamos se reflejan a través de tu físico, ( o tu físico refleja tu psique) me lo hacen segunda naturaleza. Sabes que la señora gordita frappera es una caliente y que el que tarda una hora en tomarse hora su americano sabe disfrutar la vida.
Aparte, la neta no puedo evitar sentir un ligero shock cuando despues de estar distrubuyendo cuidadosamente con mis manos el perfumado café recién tostado y recién molido en un portafiltro, extrayendo el espresso rete-aromatico y mezclándolo con lechita que texturizo como seda para armar un lattesito, (pura cosa bonita y gratificante, eso de transformar cosas con tus manos) veo al fondo de la jarra de la licuadora el pegoste de las bases de frappe, con sus emulsionantes químicos, la leche que activa la goma guar y casi medio litro de hielos, ruge como motocicleta de sierra la licuadora rompiendo con su ruidajal el lazyness de la mañana, por poquito mas de medio minuto. Cae al vaso medio litro de nieve con unas gotas del pinche pegoste sobre mi mano, limpio rastro de hielo derretido sobre la mesa, limpio el acero inoxidable, limpio el puto vaso sudado de condensación, y le pongo una servilleta un popote y le cobro casi 50 pesos, y solo por eso no tengo pedos. Eso sí, el doble espresso le da bastante sabor, y de que es probablemente el frappé mas bueno de la ciudad también seguramente lo es porque creo que el único que sabe a café...y de todos modos me tomo la onzita que sobró.
Ni pedo, le gustan mucho a la gente, pero sí se siente absurdo hacerlo a las 7 am.
3 Comments:
Honestamente
Honestamente, el nombre "frappe de caramelo" y aun más, "frappuccino de caramelo", suena exotiquillo. Hace mucho a mi también me gustaba pedirlo; dos sorbos y luego lo dejaba reposar mientras se me pasaba el quasi coma diabético. Dejé de probarlo un rato y luego me di cuenta que no había razón para que me gustara. Toma tiempo educar la lengua.
muy de acuerdo. creo que fue lo primero que busque ese miercoles por la noche cuando me avisaron que el cafe estaba abierto... y despues era lo unico que pedia, por que, simplemente era el primer frape de caramelo que me daba sabor a cafe.
Comence a llegar quince para las diez todos los sabados para poder comprar uno que me hiciera sobrevivir el dia, hasta que despues simplemente cambie a otro sabor.
estoy viciada con el moccalixir, o un mexicano, solo porque saben a cafe.
juro solenmemente no volver a pedir el de caramelo
ahh! soy la que trabaja en venus.
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