Monday, November 26, 2007




Nuestra barra queda justo donde termina una Blvd. residencial de baja velocidad y se une en "T" a otro Blvd. de alta velocidad ; 70-100 km/h tal vez. Así que cuando los que esperan el semáforo para unirse a la calle residencial se ponen en doble fila, los carros que pasan a alta velocidad tienen que bajar súbitamente su velocidad por que un solo cabrón se quiere pasar de listo, y no queda de otra mas que sonar el claxon estrepitosamente, pisar el freno y regalar a nuestro ya contaminado aire un doloroso y alarmante rechinar de llantas y , una sonora mentada de madre. Así que la puta mala educación de un pendejo(a)/prepotente/impaciente/ que decide ahorrarse 60 segundos de un semáforo, es convertida automáticamente en decibeles; Ruido. Rechinidos de llanta de gente ardida, gritos, y más rechinidos de llanta. Estos van de lo cortito (1 seg.) a los mas largos (4 seg.) Uno que no esta acostumbrado a estos ruidos espera que los rechinidos mas largos terminen en el seco laminazo de dos carros al chocar, el doblar de la lamina como se dobla una lata al pisarse, pero mas fuerte y mucho mas crudo.
Las personas normales no estan acostumbradas a escuchar este chocar de laminas, estos sonidos están guardados en alguna memoria que tal vez quieran borrar o tal vez lo recuerdan de su interpretación hollywoodense, de lejitos, sentados en la cómoda sala de cine imaginándose que es verdad lo que pasa en pantalla y escuchan el ruido aplanado por el sistema de sonido, lejos de lo real.

Nuestros baristas casi no voltean a ver que pasa en la calle, solo quien llega y quien se va. Uno esta acostumbrado a concentrarse en su bebida(s) porque estos ruidos son demasiado comunes y solo uno en 10,000 termina en un accidente, por inercia volteamos a veces. Mejor concentrarnos en la belleza de un liquido semi-viscoso, aromático, fugaz y romántico y en la conversacion con un cliente, en nuestro trabajo pues. El sonido de los molinos, la bomba del agua de la maquina de espresso y el aire inyectandose en la leche es mejor que inútilmente gastar energías en ver a un puto carro con un ventajosa señora gorda en su Navigator obstruyendo una vialidad de alta velocidad, y un señor ardido detrás de ella quemando llanta, o peor aún, lo que pasa cuando un carro que se pasó el semáforo de la calle residencial lenta y se integra a a tropezones a la veloz calle que no perdona.

El Sábado paso lo que pasa de vez en cuando: Un pendejo piensa que tiene demasiada suerte, y el otro pendejo también...pero un pendejo no se percata de la existencia del otro pendejo. Aguas.
Por pura coincidencia los 2 baristas terminábamos una bebida y volteamos a la calle vacía, unos instantes de solitud después de que el indicador vial dijera"ROJO". Una camioneta del año bajaba a altísima velocidad de la calle residencial botando por el vado y un repartidor ansioso de llegar a casa se voló el semaforo del Blvd. rápido y el chillante y gritón raspar de 8 llantas esta vez terminaron en un seco estruendoso y preocupante laminazo; La punta de un carro con la esquina trasera del otro, que lo envio en un 1 y media vueltas COMPLETAS sobre su eje. El sonido de fondo de pequeños chilliditos, después del golpe son las llantas derrapándose en 360 grados por el seco concreto, mezclados con el fuerte soplar de las bolsas de aire que se abrían en camara lenta seguidas de el largo soplar de unas llantas que no pudieron mas con esa fuerza y se desinflan. Un morro de 18 años, junior se baja completamente lúcido de la camioneta del año con los ejes deshechos y TODAS las bolsas de aire desinfladas, y un repartidor de veintitantos se baja de la guayina de la empresa con el frente hecho absoluta mierda y la cabeza sangrando. El doctor Jay que recién recibía su latte italiano, al verlo sangrando se acercó al muchacho repartidor que no le hizo caso y encabronado hablaba por su teléfono, no habia heridos. La canción que estaba tocando en el café no se había acabado cuando un perito, 2 ambulancias, y 2 tránsitos habían inundado la intersección. Impresionante, de verdad no había pasado mas un minuto de la colisión a que la primera ambulancia haya llegado. Nadie se lastimó seriamente.

Despues de 15 minutos y después de haber llegado los papis del muchacho y las grúas haberse llevado los 2 carros, la intersección funcionaba normalmente. El morro en una patrulla, esposado. El repartidor en una ambulancia y los papis detrás..."A la delegación''

Cuando nadie sale herido, no da lástima la verdad. Es lo que pasa cuando un par de pendejos creen que tiene mas suerte de la que tiene en verdad. Y cuando sí salen heridos, pues da preocupación,por el bienestar físico de unos seres humanos, pero no da lástima...Mis 5 años de experiencia observando diariamente una intersección así me dicen que casi TODOS los accidentes son por esto...Muy pocos son de verdad, "Accidentes".

Observar tanto esto me hace manejar mejor pero esos flashbacks me rondan por la cabeza muy seguido. Son los sonidos de un accidente los que no se me borran de la memoria...un poco perturbante y un poco morboso a la vez.

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